El iPhone 5 es un gran teléfono, en eso estamos de acuerdo, pero hay algunos detalles que quizá Apple debería haber cuidado un poco más.
El iPhone 5 está hecho de aluminio, que es un material muy fuerte pero a la vez muy maleable. La pantalla está hecha de un plástico especial, un acrílico, parecido al de los acuarios, el cual permite cierto grado de maleabilidad.
Pues bien, si coloca un iPhone 5 en el bolsillo trasero de su pantalón, algo que casi todos hacemos a menudo, y no tiene la precaución de sacarlo antes de sentarse, puede encontrarse con una desagradable sorpresa. Su flamante smartphone puede doblarse.
Teniendo en cuenta el precio y la empresa fabricante del producto, creo que es un grave fallo en los tests previos a los que se supone que se somete un producto antes de ser lanzados al mercado.
Las siguientes fotografías muestran lo que pasa si se lleva un iPhone 5 en el bolsillo trasero del pantalón y no lo sacamos de ahí antes de sentarnos.