De viaje por Normandia: Veules-les-roses
El pasado día 14 de Mayo partí desde Alicante en un vuelo de Vueling hacia el aeropuerto parisino Charles de Gaulle, el objetivo, Normandía, en concreto la región de la Alta Normandía. El vuelo, ida y vuelta para dos personas y un perro (si, me llevé a mi yorkshire, Coco) me costó 320 euros, el perro pagó 70 euros por la ida y vuelta. También hice una reserva para alquilar un coche en el aeropuerto, en concreto con la compañía Europcar. Me costó 140 euros por tres días. Tanto la reserva del coche como la del vuelo la hice y la pagué por Internet. Todo rápido y fácil.Al llevar al perro no pude hacer la facturación on-line, por lo que tenía que estar un par de horas antes en el aeropuerto y hacerla en el mostrador. Todo sin ningún problema. Facturé la maleta y no me pidieron el pasaporte el perro, mejor. Nos asignaron dos buenos asientos, uno en ventanilla.
Pasamos el control de seguridad y embarcamos. El perro lo llevábamos en un transporting e iba especialmente nervioso e inquieto. El viaje transcurrió con total normalidad y en menos de dos horas estábamos aterrizando en el aeropuerto Charles De Gaulle.
Aterrizamos en la terminal 3 del inmenso aeropuerto, localizo la oficina de Eurpocar, que estaba en el parking la terminal 2 y al llegar la empleada de Europcar me dice que tenía que recoger el coche en la terminal 1. Después de llorar un poco en inglés a la oronda empleada, la convenzo y me traen el coche. Esperaba un Polo y me encuentro con un Peugeot 207, mejor. Cargamos el equipaje y ponemos rumbo a Ruán, no sin antes circunvalar París, el aeropuerto se encuentra al Norte y teníamos que ir al Sur. En estos momentos es cuando se agradece la ayuda del GPS y del señor Tomtom.
Tras hora y media de viaje por las magníficas autopistas francesas, eso si, de pago, llegamos a nuestro destino, Ruán. Ahí me hospedé en casa de unos amigos, por lo que este apartado me salió a coste 0.
La costa normanda, conocida como la costa del Alabastro, esconde unos pueblos maravillosos. Uno de los que más me gustó fue este, Veules-les-roses.
Detalle de Veule-les-roses.
Detalle de la playa. Observese el embarcadero, la mareas son impresionantes.
Fortificación alemana, recuerdo de la II Guerra Mundial.
Casas típicas normandas frente a la playa.
Vista del pueblo y la playa.
Otra vista general
Rincón genuinamente normando.
El rio más corto de Francia discurre por Veules-les-roses: mil metros.
Hotel en el centro de Veules-les-roses
Detalle del hotel.
Recibidor del hotel.
El rio discurre por la parte trasera del hotel, junto a la terraza de la cafeteria.
Rincón de Veules-les-roses
Otro precioso rincón.
Céntrica casa normanda.
Detalle de Veules-les-roses
Delicioso rincón normando.