Cuando bajaron el primer ataúd de uno de los aviones militares que transportaba los 40 cadáveres, el silencio cayó sobre el aeropuerto militar de Eindhoven. El único sonido que se oía provenía de una hilera de banderas a media asta.
Casi una semana después de que el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fuera derribado sobre Ucrania, 40 cadáveres llegaron el pasado miércoles a Holanda, el país con el mayor número de víctimas en el accidente.
El rey Willem-Alexander, a reina Maxima y el primer ministro holandés, Mark Rutte, se unieron a unos 1.000 familiares y amigos de las víctimas, que se reunieron en el aeropuerto en una ceremonia de recepción de los dos aviones de transporte militar.
Un solitario trompetista tocaba el Último Mensaje mientras soldados en uniforme de gala saludaban, para más tarde llevar los ataúdes de madera a una impresionante fila de coches fúnebres. Fueron llevados desde el aeropuerto con escolta policial militar a un cuartel del ejército en la ciudad de Hilversum, donde expertos forenses esperaban para comenzar la ardua tarea de identificar los restos.
Miles de personas se reunieron a lo largo del recorrido y sobre los puentes en la ruta de más de 120 kilómetros, muchas de esas personas lanzaban flores sobre el convoy de 40 coches fúnebres. Los vehículos que viajaban en sentido contrario por la utopista detenían su marcha.
El gobierno holandés había declarado un día de luto nacional - el primero desde la muerte de la reina Guillermina en 1962 - y a las 16:07 se hizo un minuto de silencio en todo el país.
A continuación puedes ver las imágenes del emotivo recibimiento a los cuerpos de los pasajeros del vuelo MH17 de Malaysia Airlines. Al final puedes ver también un vídeo.
